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Mostrando las entradas de agosto, 2007

Descanso segundo: Para que el amor en tiempos de angustia...

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Angustia Frederic Chopin - Nocturne No. 21 in C Minor Para que el amor en tiempos de angustia, que se posa junto al mar, (asesino) cuando se esconde cual niño, en las olas... He de beber todo el sucio llanto aciago, de puertas cerradas, al corriente de los asuntos, que a nadie le importan Las lágrimas caen como florecidas por la primavera, y el dejo de la duda se esconde (rendida) por el maleficio acaecido en las sombras cuando el amor se posó de rodillas junto a la noche. cruel ! Cruel !! CRUEL !!! Así le ladran los perros cuando se pasea de noche, avergonzado, dilatado, engarzado en un final de cien años, de cine americano, en donde las musas copulan con el odio de los sacerdotes del infierno. Y el templo sagrado, de la integridad se cae a pedazos descuidado por la indiferencia de las caricias, que mas parecen latigazos, de soberana inequidad. Pero yo sé que de céfiros suaves, podría tenderte, en una manta de bellos recuerdos confesarte mis deseos arteros, de respirar tu aliento, cu

Cuarto Lamento: Apariencias

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"Venus del espejo". Diego de Velásquez Frederic Chopin - Nocturne No. 14 in F Sharp Minor. Ni siquiera tú... Ni siquiera tú tienes aliento de gato suicida, en vestidos rosas. Fugados de revistas malolientes, que versan del cielo y las estrellas, cuando sus letras se conjugan con la mierda, en el papel arrugado, cuando limpio el culo de los sueños. Me sabes a miel y a lavanda, olvidada,... podrida. En tibios frascos subrepticios, que han enjaulado la dicha, inocente, de la rutina. Curioso... La vida se me presenta tan simple, tan liviana y para todo bella, cuando miro tus manos desposadas con el barro, negro compañero de tus días, en que me pareces una fugaz estela desgraciada, de un cometa corrompido por el viento, que ni siquiera tuvo la sutileza de arrasar. Veo silenciosos los jardines de septiembre, que se posan en mis ojos como dos gaviotas novelescas. Y el romance del cielo con la noche se me antoja llano, discreto, reluciente, cual cóndor en los andes, planea la vida si

Inspiración conciente en el ser.

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* * Igualdad* * ¿Porque el humo rosa me desafia a confesar gritos de rayos de sol antiguo, que jamás vomitaré, ni siquiera cuando este vivo en la quimera? La letra y letra, conjugada en el corazon, no debe posar desnuda para los discretos sonidos etereos de la risa y la felicidad, que de sentido me carecen. No... La vida no se me plantea como un jardin, si es eso lo que las siluetas encuevadas en la niebla pretenden dar su zarpaso, en mi absurdas ideas del que dirán. Yo les propongo que se coman sus ojos, que lean en ellos el mediodía del mundo y completen el puzzle que les falta por acabar. Que no rellenen sus arrugas con barro, para que las lean y comprendan que es el lenguaje en que el tiempo se jacta de escribir, (día a día) en vuestras narices. Que no pinten lienzos de oro y caoba en sus cabellos para borrar la dicha insusbtancial del brillo eterno en ausencia, o de la nieve. Que de enterrar a los muertos jamás lo meditaré, pues la muerte es la unica verdad plausible de la vida. Y

Tercer Lamento: El mundo.

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La luz del mundo y yo. Janusz Olejniczak interpretando a Chopin Waltz No. 3 in G Minor, Op. 3 Me siento como el mundo. Vaciado en un vórtice de tintes negros. Embaucado por la etérea disonancia de un amuleto legendario, robado (sideralmente) por unos bichos malolientes, prostetizados, por gladiolos amanecidos en el quieto manto de la trascendencia en la humanidad, de la cual me despego como si fuera una camisa vieja, que envolví hace años cuando era niño, y la enterré en mi adolescencia para recordarla cuando ya mis pasos no sean ellos, sino sólo un recuerdo en dos círculos que me sostienen en la estancia de lo penoso y lo ajeno. La puta insuficiencia que no ha parado de girar volteándome la vista de golpe, en el que se hace escaso el dejo de la vida y de la paz. Me he transformado en leyenda, no, en una mierda, tan clara como el cigarro que se posa en mis entrañas (indolentes) a la virtud o a la violencia. Me siento como el mundo No quiero ya ni ver la dicha, ni su odioso vestido ma

Lamento Segundo: El ser.

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Dualidad - La princippessa y yo - Agosto 2007. Six Sonatas for violin and guitar op. 2 1 (A major) Polonese - Quasi Allegro Paganini (Terebesi). Ya la vida se ausenta de dar las gracias. En melodiosas sensaciones las letras danzan, mas bien se burlan como enjaulando la conciencia en una celda de astuta certeza nauseabunda. Y Así y todo No recuerdo el primer día que tuve la idea (De mi presencia). ¿Será esto entonces un presagio de que tampoco recordaré aquel momento libertador de la muerte y su indolencia? Los violines se han vaciado ya de tanto limar asperezas, pues ¿Quien sino el sucio vino se ha birlado la algarabía dejando tan solo un pétalo de amor entre mis manos quejumbrosas? Y prosigo lamiendo mis heridas, ellas -compañeras fieles- Que jamás abandonan al vagabundo espiritual, que de gestos me carece. Nunca pensé que me alegraría tanto llorar hasta saciar la puta melancolía. Y, Pues, Uno nunca sabe cuando la tierra detiene el giro eterno de la necedad, quizás por eso la vida se

Lamento primero: Icaro farsante

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"La caída de Ícaro" de Jacob Peter Gowy Chopin - Prelude #24 in D minor, Op. 28 #24 // Chopin - The Chopin Experience Vol5 - Preludes Ashkenazy in Concert Vete ya y aleja de mi toda esa estética macabra que de tanto en tanto se me dibuja una estela recubierta de astuta (quizás falsa) felicidad. Saca ese atisbo de limpieza entre tus letras y deja ya de morderte la conciencia en un devenir tranquilo, quizás el mas pagano que los dioses te permiten y no soportan. No No querrás ver el rostro del miedo dos veces pues sabes bien en tu memoria que la muerte no es un relajo sino que se muere en vida cuando relegas el vino en las copas ajenas. Deja ya de desatar las nubes, dejar ya de pasear las plazas, pues de cómplices está llena la histeria suculenta que verán venir en la cúspide de la suspensión del juicio en tu historia. ¿Y si el concepto del sujeto sobre el objeto es un techo recubierto de estrellas acuñadas bajo tierra y la soberbia de los discípulos de Eva no es tal sino

El ente, un té... y el sucio tiempo.

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Sucede que no le creo al tiempo. Hace rato que me conmovía la grata sorpresa de tener miles de musas entre mis manos (conjugadas en una sola) y sin embargo la realidad estaba lejos ..ya ni la oía. ¿Como explicar la existencia en el ente, de un té de amanecida cuando a nadie le importa si un simple beso cambiara el rumbo de la historia.? Y en ese dejo insaciable de necedad me encontré de cara conmigo mismo en un espejo que rompí hace años cuando por fin en un sólo día supuse que esto no es mas que una inerte quizás irreverente ansia (humana) de estar rodeado de esencia (biológica) de sensaciones que al menos harían de mi un hombre el esperpento de la letanía Pero hombre al fin Y me quedé solo dejando alejarse a las miles de ninfas conjugadas en una sola y en ese instante sospeché que amanecía que despertaría solo en mi cama y jamás me acordaré de ese momento pues estimados amigos vuestros y que también lo son de mi propiedad comprendí que el tiempo es la gran careta de la humanidad. y a

La noche se viste de violeta.

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La noche estrellada - van gogh Llegaba tarde la noche, pero al fin llegaba traía en sus manos las alas rotas de una oveja que quiso volar (eternamente) pero se marchó dejando sembrada la duda de un porqué. yo la veía como quien mira la noche ¿no creen? sin mayor trascendencia que la nada misma (*) y mis manos en bolsillo no escaparían de oler tanta indiferencia. Yo soy de esos que no cree en la noche ni si siquiera la siento y eso que a veces (en las noches) un dejo nauseabundo voltea la vista y de cierto condena la mirada (meditabunda) clavada en los suelos ...en las sombras. la noche es compañera fiel y que me importa si de cuando en cuando desaparece y me aterra, pues nunca invita a irse (a uno), con ella cuando tambalean los tambores y la euforia (de las focas) se enfría pues el vino ¡¡¡ el sucio vino!!! se ha derramado (casi todo) en mi cabeza... Pasos y el gallo canta y al final tan sólo queda la de siempre la inigualable la que nunca falla ella tan dulce, y muy obvia. la eterna.

Introducción al primer sexo.

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En la soleada noche de un verano se fundía la mustia subyugada al hecho tan pudiente de lamerse la suela de las botas, esa que insistentemente se arqueaba toda, y si esto no era suficiente se embriagaba de tantas huellas de otros mundos que se le pegaban en la querencia...pero sola. Yo me la servía desde lejos, como descubriendo un dejo tan profundo de desamor, pues entendí que hacerse uno con las huellas (ajenas) no era tarea fácil, mas bien indiferente...pero sola. Y así y todo se dio el tiempo de asirse a la carroña de los labios que dulcemente se le acercaban en esas sucias noches donde mas parecía una alhaja antigua a los ojos de las mujeres que desde hoy declaro sinónimo de la humanidad y toda la maravilla...pero sola. Pero si de hablar de suelas es propio, las mujeres han dejado de lamer. Ellas son en mi cabeza el reflejo necesario de ni siquiera la igualdad pues me basta verlas para sentir la cuanticidad de mi cuerpo y siento miedo, miedo de tanto poder inusitado en la elocuent