:: Recuerdos ::

La cintura de mi cabeza se tuerce,
baila,
interpretando la sinfonía malgastada de una noche tétrica,
oculta,
falaz,
que se descompuso en una banca rota,
construida sin razón en las tinieblas.

Una bruma espesa quiso arrimarse a uno de mis cabellos, como promoviendo lágrimas en la intemperie
de las enajenadas meditaciones.

Contemplo así el silencio.

Silencio que enredas el chillido de una quietud aberrante.
Hace rato la reja de un jardín no para de llorar por mis pecados.
Las ventanas a lo lejos pululan como las moscas entre la mierda.
El discreto aullido de un perro se pierde en un bosque de fundamentos cotidianos.
Hay gigantes cantaros de titanio en la televisión.

Me pierdo.
Me pierdo.

Mis rodillas levantan sus manos para detenerme.
Espacio infinito, desierto de mil estrellas.
Mar embravecido devorando las pesadillas.

Hay una estela de sangre en mi pecho.
que se ha divorciado de todas mis histerias.

Donde no hay lugar para la imprudencia.

Comentarios

  1. ...Gracias por escribir...gente como yo agradece que exista gente como tú...

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