:: Polvo de Estrellas ::
Yo nunca supe que habías colgado tus zapatos viejos en el patio de tus sueños, con el pretexto de oxidarte como un clavo silencioso que se queda perplejo ante la madera que cruje, por las noches. Venias de tantos lugares, viajabas sin equipaje, dejaste amarrada la barca de tus recuerdos Mientras la insolencia del océano mecía tus quimeras para dejarlas florecer, en esa sincera renuncia divergente. Y henos aquí, desvelados por el miedo, enfrascados en una utópica ponderación de imperecederas tribulaciones que se adquieren imitando la línea (vertical) de la fatalidad de los amantes que lanzamos por el retrete. ¿Qué es la vivencia sino una construcción grotesca de tantas promesas, que nos hicimos hace tanto tiempo detrás de la puerta donde guardamos nuestros anhelos, y que tratamos de venderlos en la feria de las malas intenciones? Compradores que usurparon la inmaculada precipitación, de nuestra adolescencia.