:: Descosido::

En silencio. 
En círculos. 
En calma.

Sin trifulcas ni dolencias.
En una paz rutinaria.
Con ganas de que los días se cierren como pétalos cansados de tanto fingir expectativa.

El hilo que se desprende de los vínculos y las historias que lejos se acomodan como recuerdos vagos, se destilen y tienden a representar significados que no son fieles al pacto que se comprometió.

Vagando en la nubilicencia intimista, clavo estacas en el tiempo para recordarme las emotivas inocentes precipitaciones hacia lo inevitable, la pronunciación del olfato que dirige una mirada hacia el profundo aroma de lo inconcluso, en ese diminuto espacio donde pudimos acontecer alguna vez.

Siempre vuelvo a encontrarme con este ritmo amargo que se resiste a dejarme.

Tal vez hubo algo, no lo sé, un misterio en blanco, un disfraz entre tanta inclemencia, mal que mal pudimos seguir siendo sin nosotros, y esto es sólo un accidente, un resquicio, un Pilatos que rezamos todas las noches por el simple hecho de que no éramos...

Y siendo, somos algo más de lo mismo.

Nada podría cambiar más que la suerte de ubicarnos cómo aquellos que cumplieron su promesa.

Podríamos caminar en sentido contrario, cada uno en su propia ruta, y raudamente daríamos cuenta de que somos tan innecesarios, como se construye la vida, cómo buscando un argumento que nos haga seguir siendo un reflejo en la oscuridad de los supuestos, en tanto que demasiada humanidad simple, un camino ya bordado se define por si mismo, no por esto que somos

Los adornos.

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