Decir

Decir la verdad.

Arropada la inocencia, el calientacama hervía de dudas, cuando los antecedentes son faros en una geografía desconocida, que no concierne.

¿Que hay acerca de los sueños? Imágenes y palabras, los involucrados se confiesan con el santo beneficio de lo irreal.

Despiertas de golpe y lentamente te vas incorporando.

Lentamente las costumbres van cambiando de un periodo a otro. Tal es el ciclo del sarcasmo, todo se queda en la niebla de los recuerdos.

Y das un vuelco, caminas por las sobras de un batalla perdida, apoyándote en lanzas enterradas en el cuerpo y banderas rasgadas por las hordas de momentos que dificultósamente forman parte de lo que vendrá.

En un nuevo suspiro, el olor de la sangre gotea los años en un enjámbre de situaciones repetidas en serie.

Los pasos se confunden entre la matríz de los sueños y la patria de los sentidos.

Puedes  culparte y mojarte con saliva, recular y arrastrarte entre las sombras para susurrar una disculpa, tomar tecito y odiarme, acariciarte, sudar los cuerpos y besarme hasta el amanecer, jadeando emprendíamos el viaje, gimiendo volaríamos el techo de la suerte mientras todo se confunde, todo se conmueve cuando mueres aprisionado por las piernas, y las manos descubren tu cuerpo desnudo, ardiendo, escribiendo, susurrando sinfonías desconocidas en tus ojos que me miran prometiendo un larga partida de ajedrés.

Peones lanzados al choque del ocaso, mientras disparamos desde la torre un par fichas blancas para marcar el territorio.

Acorralados, fuimos capaces de encerrarnos y deshojamos el corazón para soplarlo al viento con dirección obligada y tantas caricias remitidas.

Yo podría esperarte mientras me odiabas, pudiste esperarme cuando te ignoraba, amarte cuando me mirabas con desprecio, discutirme con magia y terminar abrazados toda la semana, borrachos y cansados de golpearnos con la verdad y la revelación de lo que somos, o creemos ser.

Pero entre tantas elecciones, entramos a esta nueva era donde todo desaparece y nos encontramos como se reunen los muertos...
en los sueños.

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