:: Venganza ::
Y la vida se nos va:
como una preciada
ofrenda
que se consume
a través de los mili-segundos cuánticos
que no se dignan
a darnos pelea,
ni mucho menos la cara.
Flores deshuesadas como singulares parabienes,
se guardan en el bolsillo
para domesticar la rabia,
siendo un correcto funcionario del placer;
que es lo único que nos va quedando.
Ahora miramos al infierno desde lejos,
por televisión.
El diablo es un buen compañero
que fue desterrado, como nosotros,
del paraíso,
mientras los dioses nos miran desde lo alto,
dirigiendo el país,
apostando en la banca
o jugando a la gran capital.
El sol puede quemar o helar hasta los sueños. da lo mismo.
Somos el Nocturno siniestro que fue expulsado de la fiesta.
Somos los que secretamente soñamos con ver al mundo arder.
Comentarios
Publicar un comentario