:: Transfusión ::
La sangre, el caminante espectral. Marchamos al exilio El inviernos sin remordimientos se cuela en el alma, drenándola entera. El plexo digital conmueve de manera individual. El trono de hielo nos pertenece. El pilar de escarcha se corrompe en nuestro propio silencio, mientras aullamos y aullamos como un lobo solitario, abucheado por las ovejas. La sangre. El temblor eterno. El bullicio del vacío sin fondo, todos hablan, todos gritan, que se callen, que se callen. La sangre, las calles negras. Entereza ligada al tedio que se rompe como un cristal, gélidas garras corrompen el corazón de piedra, los mártires lo devoran como la última cena prometida de la mercadotecnia. La sangre, el abrazo vampírico de la suerte. La cifra final, el cuento terrible. Alocadas frases se pasean como fantasmas, el pulso se congela, la helada blanca se desnuda, me toma, me lleva, me