::Canción de hielo y fuego ::
¿¿¿ Cómo es posible que una poeta sea un pequeño dios,
si yo quiero ver al mundo arder ??? !!!
Oh, mi pequeña niña,
lees sin entender una palabra.
Descuidaste un espacio
malogrado,
siniestro a tus ojos salinos;
una seguidilla de fotogramas,
( que se borraron),
de tus días almidonados
de falacias.
Ve y levántate,
siéntete fresca,
como una pluma vieja.
Sabes que no puedes volar,
te sobrepasas a cada rato, en cada lugar.
Lástimas,
congojas fúnebres,
la mañana duele,
es el vino que se tiñe de jolgorios inexpugnables.
Era la calle, en una esquina,
no,
era una noche al mediodía,
no hay evidencia,
quizás era en ese lugar, tan distante del océano,
tan arriba,
tan fugaz,
en mis pensamiento,
o en los tuyos.
Yo te vi llorar,
en un escalón viejo.
Bajamos las escaleras,
antes de subirlas,
nos embriagamos pocas veces.
Eso fue,
lo juro.
Tu gemías desafinada
entre mis manos;
mientras tanto yo...
mientras tanto yo...
¿Cómo es posible que te levantes
cuando salga el sol?
Arrancamos de los centinelas.
Te recuerdas??
La noche era una pequeña provincia,
(al sur de la memoria),
en un hemisferio negro,
en un cubículo cerrado,
donde las cortinas eran una muralla
para el mundo inadecuado, para un mundo
olvidado.
Sonreíste pocas veces,
nunca te aferraste de mis manos,
quisiste que yo condujera
y nos estrellamos.
Si tan solo...
Es tan fácil echarle la culpa al empedrado.
Yo renuncio,
tú renuncias...
Es tan fácil echarle la culpa al empedrado.
Esto fue una obra de un segundo,
(y
por
un
puto
segundo),
dejamos de vaciar nuestros cuerpos,
en estos recipientes que nos acompañan
a diario
Porque ¿ Que son estos cuerpos,
sino un pequeño receptáculo de
lujuriosas experiencias,
que no tienen respuestas asequibles
ni
(mucho menos)
un par de pequeñas explicaciones
sobre lo funestamente indeseable
a nuestro alrededor,
lo tan inmensamente oblicuo
en nuestras barrigas etéreas,
o eso tan inverosímil
que nos carcome a diario?
Oh , pequeño soliloquio que fustigas
como la monotonía del metro,
como el viaje isolado de un desertor
de la provincia.
Entonces esto no era mas que una jugarreta
de una generación sumergida
en un mundo de mentiras.
Entonces da lo mismo
la época, el tiempo,
la oportunidad de vivirnos
como una reliquia que se huele
cegada con el miedo.
Somo ciegos al mundo que vive
en nosotros,
ese mundo que espera por nacer....
No hace falta levantarse temprano
para darse cuenta si estas listo.
O renuncias, o te hundes...
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