:: Evolución de la Tendencia ::




Porque las cadenas son nuestro propio razonamiento.

Las estrellas se reúnen a envidiarnos.

El ocaso siente nostalgia de nuestras míseras penas al marcharse.

El invierno se tiñe de lluvia para emular nuestras lágrimas.

El sol se cuelga de nuestro cielo, para tratar de observar nuestra patética displicencia,
sobre la redondez de una tierra que no nos pertenece

Somos el hemisferio olvidado del universo que se expande...

Una gota de rocío en el marchito jardín del edén.

Aprendimos a evolucionar para acostumbrarnos a las balaceras, a los centros de salud atestados, a los supermercados, al sudor del verano, al barro de la tormenta de los deseos inconclusos, al vaho putrefacto de las garantías individuales...

El miedo se transforma en vacaciones con todo pagado a cualquier parte, nuestra vida se debate entre lo querido y en los propios impuestos de poder sobre el espíritu gozoso...

Allá afuera hay un viento suave que quiere susurrarnos un minuto de silencio...

Cuánta amargura hay en el encierro indolente que sirve para salvarse solo...

Hay sonidos que se resisten a morir.

Hay una insistente interpelación sobre asuntos que no borrarán la sonrisa de tu cara...

El cambio grotesco de los humedales aposentos de la histeria, el gemido de las paredes desteñidas, la ropa que clama por volar en el tendedero, las huellas de mis zapatos que mueren orgullosas en el olvido, el pan que no debe faltar en una buena mesa y por supuesto algo para beber, fumar, digerir o inyectarse...

la poesía malhumorada de parir tanto parias...

el consumo, el consumo, el consumo...

Todo está contemplado en este sistema de plásticos, en este siglo de esporas metálicas, en este circo furioso de fantásticas verdades, de famélicas mentiras descubiertas.

Un claustro pleno de rechonchas ironías serias, un chiquero alimentado con papel robado, un anaquel de asuntos particulares e inconclusos, serias proliferaciones de la mercadotecnia y el declive de nada si todo siempre ha sido igual...

Entonces, dominadas las tendencias, arreado el ganado, revertida la encuesta, uno puede seguir viviendo entre los objetos y los sujetos sin que a nadie le importe mucho...

Aparecen nuevas palabras para lo mismo de siempre.

Entonces, plantear que la tierra es redonda, es sólo un asunto de fe.

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