:: Evocación ::


¿Es el vuelo de un pétalo
capaz de superar
el aleteo de un ave que se aleja constantemente
del océano?

Hacia el tiempo, 
es la muerte lenta,
donde no hay lugar a las fascinaciones
por el nuevo límite terrestre...

Las fieras cumplen el ciclo sagrado 
devorando su cuantía,
mientras las nubes pasan y pasan
por este poderoso lugar...

Es el regocijo de las dudas,
remojadas con un par de certezas
gratuitas, perecibles, inolvidables.

En el nombre del silencio
se levantan barricadas,
que separan las plumas de ceniza,
de la sangre viva;
sangre corre por las venas de un pequeño punto,
bajo la furia del sol.

Ay, las palabras
el amor, la prudencia
la ficción, la soporífera caldera
que hierve las entrañas de una torre oxidada,
con olor a hombre viejo, gastado,
incendiado por sentimientos salinos,
mancillado por líneas rectas,
que caen como relámpagos en su corazón;
y al cual
se le han embargado hasta sus más pequeñas
sandeces
producto de la multiplicación de sus vectores
sensoriales,
cognitivos e imaginarios...


Había la realidad hallada en el sótano de los tiempos
(del hombre)
que se vistió de maravillosos colores ufanos,
donde pudo devorar las sombras de las conmemoraciones
(ajenas),
para seguir recordando
que no hay espacio ni lugar
para los círculos que se cierran...


Y donde los pétalos lo protegen.

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