:: El Chicho y su Legado Histórico ::

A un día después de una nueva conmemoración del 11, es imposible no tener en cuenta cuál es el motivo que nos hace recordar con tanto dolor la inmolación de Allende...y es que por primera vez en Chile se estaba articulando un movimiento de carácter ciudadano cimentado en las bases, es decir, juntas de vecinos, sindicatos de trabajadores, campesinos, etc. y todo esto relacionado de manera transversal con todo el trabajo de los profesionales de izquierda.

Todo esto truncado por la desidia y el egoísmo de los mismos de siempre.

En la época de la UP, era maravillosa la capacidad de gestión de recursos que incluía: construcción de viviendas sociales, repartición equitativa de las provisiones en épocas donde los especuladores escondían los víveres, organización de predios agrícolas y fábricas que para seguir adelante con la producción del país se unían en cordones industriales, a pesar de los diversos y múltiples atentados económicos que organizaba la CIA junto con la derecha.

Hoy en día todavía no hemos sacado aprendizaje de la labor realizada en esa época, y que es la que se necesita hacer para lograr un cambio radical en nuestra sociedad, esto es, realizar un verdadero trabajo en las bases para potenciar la intervención ciudadana. Participar en las instancias que nos permitan expresarnos, organizarse, luchar por nuestro derechos y cumplir con nuestros deberes como seres sociales, juntos y en estrecha cooperación.

Entonces, Allende para mi es motivo de orgullo, pues con su muerte logra inmortalizar un ideal, una visión de país que, a pesar de la adversidad, que a pesar de las atrocidades cometidas, sigue tan vigente como esos años, esto es, lograr la capacidad de reunirnos, de colaborarnos entre si, entre las diferentes clases sociales.

Tal ves muchos dirán que fué un momento de división del país.

Es cierto.

Hoy en día seguimos teniendo las mismas divisiones, sólo que las clases mas perjudicadas hemos perdido la capacidad de expresarnos, de reunirnos, vivimos en nuestro mediocre silencio individual.

Por lo tanto, la conmemoración de la partida del "chicho" debe invitarnos a reflexionar si con nuestro accionar, somos legítimos herederos de su gran testimonio de vida y de gobierno