:: Ordenamiento ::

Parece ser que hace un par de años, se me cruzó por la cabeza un ordenado pensamiento que se debía extender a mis hacedoras manos, para metodizar la precisa colocación de los objetos que se ubican en mi escritorio.

Sabía, por aquel entonces, que coronaría tal acontecimiento con un cigarro, un viejo poema de mayakovsky y un vaso de jugo que me preparó mi vieja.

Y es que es difícil conjugar los axiomas cansados que gobiernan la plenitud del trabajo cumplido.

Lo curioso, y pintoresco, es que hay tantos imprevistos no contemplados, como estas palabras que dan cuenta de mi pequeño orgullo...

Ese que sirve para contar historias sin importancia.

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