Silencio Segundo - Lobotomía.

Hieronymus Bosch, El Bosco - La piedra de la Locura

La concentración de masa gris
ha desahuciado a tanto cerebro
(extraño)
que, como gobernante de reinos
(imaginarios)
resultan ser un cálido abrazo

casi

casi…

como un latigazo,
a las ideas ausentes
de círculos vacíos,
que reciben el día a día
como caiga,
o como venga.

Hay tanto concepto esparcido
en ninguna parte.

Andan tantas avenidas chorreadas
de cuerpos pintados,
con ganas de que la careta se aloje
no solo en las entrañas
sino también en la memoria.

Desastre

Desastre…

Desastre de no querer parafrasear
al espacio interno,
abriéndose paso entre señas
(anexas)
que dan cabida al fin del tiempo.

y a quien le importa…

Renace la vida
dando paso a la muerte.

Muerte sembrada por milagros
que han de soportar templos,
(discretos)
Disociados,
que se miran al espejo
o esgrimen la espada
en el premundo.

O quizás otros contemplan el sol.

Hay variados tipos de ciegos.

hay tanto monólogo en cada esquina,
tanta belleza que da asco,
tanto pureza que divierte,
tanto corazón roto que debiera regalar flores
al falso dolor,
de ser un punto sumergido en agua
para que crezca
(sano)
y pueda llegar
presto
al manto sagrado
de los crisantemos.

La metáfora mira desde los suelos,
y se conmueve…

Orfeo hace la mejor de las piezas
(en silencio).
Adentro hay un lobo que trata de venderme
(el alma)
para volver con las ovejas.

Y yo aquí
sentado en mis aposentos
veo pasar el cadáver del nuevo amanecer
(del viento)
que fresa mis mejillas
y desgrana un aullido
macabro,
precioso,
enaltecido.

Para que
Al fin pueda deshojar
otro par…

de margaritas.