Magister


En un lugar al fondo del cuarto de hora de mi espalda, una voz sujeta mi camisa y la desgarra hacia abajo, como queriendo insistentemente borrar mi soledad.

Es extraño el hecho acontecido en la medianía de la plenitud per sé y eso que aún el calendario no ha marcado 30 días.

Nunca pensé ver la dicha en los pies de la gente ni mucho menos embriagarme de sonetos al viento,

ese que se cobija bajo tierra.

Rosa roja color sangre.

Todos queremos de alguna manera dibujar el nombre del espejo invertido a la querencia de lágrimas y hacer un homenaje aunque sea el más funesto de todos,

(Pero homenaje al fin)

Por quien redoblan las campanas.

Hace rato que deje la soga presta,

Pues claro,

También soy un hombre libre…

Pero estando así tan conmovido me da la soberana gana de descolgarla. Y si me preguntan motivos en realidad no los tengo. De verdad que no…

Disiento de aquellos que lloran la especie cual duelo inmerso en necedades tan absurdas como el velo ensordecedor de las luces que agripan el alma y de paso la condenan.

Disiento de todo aquel mendigo espiritual carente de historia, anacrónicos hijos desgastados de la incumbencia y toda esa mierda…

Disiento de mi y de paso de todo lo que yo significo, pues parece que fuera ayer cuando me perdía en el bosque del desgano siendo cómplice de la desidia y en donde en cada paso las flores se hacían una con la muerte pensando insistentemente en cobijarme las manos con silentes caminos de gritos empujados al inconciente de la gente…o de mi propio ego que a nadie le importa.

Y así me la paso ahora…

(Curiosamente).

Tomando un curso intensivo que más bien parece un magíster

De felicidad.

Y que!!!

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