3.30.2019

:: Promesas para Amar.::

Cuéntame, si todas esas fracciones de segundos, momentos en la memoria, lugares que huellas de tus pasos grabaron, viento en el humo y la niebla que baja de repente como un recuerdo o un suspiro, podrían jugar al trueque con las horas que se bordan en la piel, cuando el mundo desaparece al fondo de tus ojos.
Dime, si todas esas palabras que dibujaron motivos para seguir la ruta de tus decisiones, esa penumbra abismal de sonrisas volando cuando todos se fueron, podrían transformarse en almas que dejaron de migrar cuando encuentran una torre donde se regalan besos y cosquillas para el desayuno.
Tal vez, por alguna razón, siempre la lluvia nos trae el olor de la tierra mojada, el aroma de la suerte en mi almohada, la justa medida de la rutina y la puerta cerrada, caminamos sin prisa cuando el mundo intenta desafiarnos, mientras nosotros simplemente vamos y volvemos.
Pero dime si tal vez todas esas fotos que nos faltan en el muro, harán falta cuando migremos a otra historia o promesas para amar.

3.19.2019

:: Desafío ::

Giras y girando y giraremos con el pelo en la montaña y miles de noches con la mirada perdida, extasiada.

Entonces el baño, la ropa, los reyes brujos siguiendo las estrellas que alumbran su propia muerte, entonces este castillo que ha sufrido millones de asedios, y el tiempo; el final es para otros, no para nosotros.

El viento gime y limpia el camino chocando en el rostro lleno de luciérnagas, afuera lloran los gatos y una perra mueve la cola, designa el camino, lo graba con fuego en las pisadas mientras abre las puertas y todos huimos hacia cauces desconocidos.

Eso es lo bonito ¿no? 

Álamos para embriagarnos, caminos de tierra que harán que llueva barro en los zapatos, y en la suerte y en la vida, o en la voz.

Y todos los caminos conducen al mismo destino. Y todos los destinos nacen y mueren al desayuno, y en esta grotesca mansión geográfica en la ubicación siniestra un pequeño descanso supo acomodarse tan precisamente ciego que no quiso desaparecer.

Almas que aprendieron a tejer y a nunca olvidar, ancestros juguetones que pusieron las fichas en apuestas de otras vidas, y ganamos tanto que renunciar a un par de años no se compara al amanecer sin prisa cuando vemos el umbral de la ciudad y raudos corremos al ocaso, al reencuentro, a la torre donde el tiempo se guarda en el congelador y a veces son millones de años luz.

Caminatas nocturnas que vendrán y tantas quedan, copas que siempre se levantaron de las fauces de la tristeza para sonreír, quizás como piezas faltantes de un lejano rompecabezas que une hilos invisibles que atan tus ojos a los míos.

Esto es todo tuyo. El secreto, la palabra, mi voz y tu paciencia.

Esto es casi un milagro. Casi, porque no hay manera mas digna de mirar al cielo, al horizonte, cuando es contigo.

Te amo.

Te conozco de hace tantas vidas, que me cuesta olvidar tus divertidas formas de apostarme, hasta que siempre me encuentras, y yo...yo simplemente siempre gano, siempre haces que yo gane, siempre haces que te siga hasta todos los puntos donde formamos una sola inmensidad silente a los ojos del mundo, que no nos interesa ni nos concierne.

3.08.2019

:: Alondra ::


Alondra la república, 
cubierta de verdades, 
amanece. 

El calce vertiginoso, lineal, dierético
historia acentuada en las narraciones 
que

Salve la frontera, el estiércol, las urnas, 
bocetos de ufana reconciliación, 
brebajes para el viaje y el cielo, 
la viva voz anegada de alhajas 
o palabras que describen fantasías, 
muerte del viento, nubes secas de tanto asolearse, 
árboles comiendo arena, toda la vida en fragmentos de segundos yoctos.

Pero

Es el cáncer, es el cáncer.
Plátanos de tango y bailoteos nocturnos, 
las calles de tierra eran o se fueron ebrias, 
engañadas por el hambre y la modernidad, 
se fugaron a los cerros a comer esperanza
verde como la envidia, roja como la sangre, 
azules de tanto mascar estrellas y vestirse de sombras
o las sobras que se pegan al silencio, 
mientras los cedros como espantapájaros
amén al dinero y su reconciliación, 
mientras los cedros espantaron a los gusanos
esos gusanos engulleron mentiras y se hincharon
de tanta verdad. 

Entonces gusanos se arrastran por el asfalto, 
ciegos de tanto caminar erguidos como la ufana marcha
de los pretéritos salvajes que acumulan verdades
en la sincrética forma verbal binaria circunstancial, 
comunicados novedosos que narran de manera casual
y la belleza
y la promesa
y la esperanza
o la desesperanza
el miedo
o el gobierno, 
hay disparos 
hay destellos, 
vuelan las luces, 
arde todo el océano, 
el desierto se abre en mil pedazos
por donde se pueda comprar
la salvación
a bajo costo, 
ojalá a muchas cuotas, 
lejos
en el caribe, 
ojalá en la india 
o en Europa, 
o bien lejos
en la cabeza de un león que devora niños arriba de un camello.

Entonces gusanos alondros ganaron y perdieron nada cuando apostaron 
en la bancarrota de la democracia.

Y marchan, marcharon y marcharan temprano, 
volverán las oscuras alcantarillas a ultrajarnos
con sus alas de orgasmos fuertes
en la dieta, en la ropa, en vacaciones, la familia, 
la propia voluntad de creer salvarse 
en completa soledad.

¿Entonces era inútil?

Alondra.

(En la música: Osvaldo Pugliese - Pata Ancha)

3.03.2019

:: Puente ::

BRIDGE — PALETTE KNIFE Oil Painting On Canvas By Leonid Afremov



Deconstruyendo el puente

Hacia adelante. 

El ciclo de un lento barco que vuelve siempre al mismo puerto.

Las mismas flores, el mismo lugar, las mismas fotos, aún si no volviera.

El éter cansado de las mismas palabras. 

Anclas que se lanzan como dardos en la lejana pronunciación de la nostalgia.

Entonces maúllas casi de memoria, o te ahogas con las espinas de un lento retorno al centro de la tierra, de la propia tierra, en aquél lugar donde los poemas sobran y no encajan, salvo en el ayer.

Entonces el puente conecta un recuerdo, una contemplación, un suspiro, un regocijo, un par de versos viejos y gastados como las palabras que se repiten en retahílas eternas cuando se dicen mas de la cuenta.

¿Cuando los verbos dejaron de importarnos? ¿Cuando dijimos palabras por decirlas? O quizás en el silencio fuimos cómplices de nosotros mismos, caminando las mismas calles que quisimos caminar, comiendo las mismas caricias que sofocamos con el aroma de la verdad que, seca en su recipiente, lentamente desaparece.


¿Cómo entonces se puede determinar la discreta reticencia a lo incompleto, lo que pudo ser, ese lugar y carne donde quisimos descansar por un tiempo, viajando en el tiempo y el espacio que se nos concedió para lamernos las heridas y en cuyo caso sólo pudo contener un par de lienzos eléctricos con jeroglíficos que ocultan mensajes serviles a la sincera querencia temporal y que en un futuro fueron anécdotas para la dieta inquilina de mover los dedos y fijar la vista sin llevarlos a la memoria?

Entonces en el puente la niebla, bajando cerros, pasteles partidos, goces en medio de la indulgente necesidad de arroparse sin querer mirar de frente ni de reojo, tirando botellas al estero binario, pescando millones de anhelos y quizás aparentando. Escondido bajo el puente, caminé siempre en silencio y le pedí que no dejara que diera la vuelta, nunca pude volver, nadie quiso volver.

Y los gatos me rodean con sus maullidos taciturnos, dibujando ciegos senderos por donde no se puede caminar sin construir un puente que conecte esta deconstrucción inalámbrica, hipotética, frenética y hostil a la renuente repetición de la ruta, cuando se deben colgar las mismas palabras, reincidir en las mismas nuevas equivocaciones, miedos que humean escondidos en el mismo lugar donde los dejamos, cuando cruzamos el mismo puente,

Una y otra vez

                                                Una y otra vez

                                                                                                       Una y otra vez...  

:: El Rio invisible ::

Es hacia el ocaso, hacia esa curiosa, hacia esa curiosa,  hacia esa curiosa dirección por dónde nos inclinábamos cuando éramos chicos. En el...