:: Polvo de Volantín Corta'o ::



Hace un tiempo, fuimos hijos del polvo.

Los días no tenían motivos para despedir al sol.

Ausencia de la memoria, el presente sin recuerdos.

Nos bastaba con abrir los ojos y tirarnos de la cama.

Nos bastaba con salir corriendo, para seguir corriendo y terminar exhaustos de tanto olvido.

Simples como el verano, suaves como el otoño, blancos de tanto amar, verdes racimos sin frutos
ni motivos necesarios.

Hace un tiempo no estabas aquí, en aquella foto.

Eramos el viento que mecía el pasto seco. 
Canchas de tierra entre las quebradas y arcos de piedra.
Estepa de invierno y quizás de barro.
Primavera de patria ajena sin importancia.
Ventoleras febriles de ropa nueva.
Un volantín cortado desató toda esta locura, 
todos corrimos cerro abajo, 
todos queríamos la gloria,
muchos cayeron en el camino, 
muchos ya murieron, 
otros simplemente se fueron
(o desaparecieron).
Creo que nadie pudo llegar a tocarlo.
Creo que nadie es digno de alcanzarlo.

Ahora
-como hace un tiempo-
somos parte del polvo.

Tantos polvos, que nos llenamos de polvo.
Tanta mugre acumulada nos consumió.

En esta senda inocente que debe avanzar sin retorno.

Avanzamos tranquilos al destino de la nada.

En él tránsito, nos fuimos vistiendo de recuerdos,
porque quizás seamos sólo eso: el recuerdo para los otros;
seguro estamos que lo seremos. Seremos eso o simples cifras.

Nadie recordará por quién lloramos, nadie podrá reírse como nosotros. Nadie pudo entrar en nuestra preciada soledad, ni nunca podrá.


Curioso volantín que se fue cortado, como tantas veces nosotros fuimos el volantín.

Fuimos cortados, nos fuimos cortados, nos cortaron la luz, quizás el agua, el cable colgado, el sueldo, nos cortaron de una pega, nos mandaron a la mierda, pero aprendimos que nadie se muere de amor.


La vida si se pudiera rebobinar. 
Cuánto tiempo ha pasado ya.
Desde aquella vez que nos escondimos para que nos encontraran, 
todavía esperando que nos libren, 
todavía sigo buscando a quién devolverle la pinta y hacerle millones de preguntas.
Sigo saltando los números para poder sobrevivir y llegar a fin de mes, sigo dibujando caballos de bronce en mi espalda, cuando tengo algún loco recreo de mi mismo.
A veces quisiera volver a trepar a los árboles, a escalar muros; a invadir iglesias gringas para recostarme en el pasto, lo único verde que había en la pobla en esos años.

Ahora, sabemos que de tanto polvo, volveremos al polvo.
el tiempo seguirá abriendo surcos en nuestro cuerpo, 
seguirá nevando en la cabeza, el estadio se irá pelando lentamente.

En el vuelo somos uno.
En el polvo al menos fuimos dos.

Y todos seguimos buscando el volantín cortado. 

En silencio nos empolvamos.
En silencio nos acordamos.

En silencio elaboramos falacias para dibujar caminos imaginarios
que nos alejan un rato del polvo.

Hace un tiempo fuimos hijos del polvo.

Hace tiempo fuimos niños.

Hace tiempo somos lo que somos
hace tiempo.

Hace tiempo,
el polvo.

Quizás mañana lo alcanzaremos,
para volar.













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