3.24.2013

JAI QQ


Es un Silencio 

Golpean la noche

y tus falacias duelen.

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Dedicaremos

el viento tal vez,

a tus pálidas muecas.

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Oigo las voces

en los árboles,

sin memoria aparente.

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La ciudad calla

en el otoño,

detrás de las paredes.

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Gemías rocas,

llorabas sola

en una noche vieja.

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Entumecías

el arco iris,

por donde salió el sol.

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He mancillado

el marrón de la hojas

muertas por ti.

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¿Donde estabas

cuando las moscas 

bebieron de tu rostro?

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Salvarse solo

a duras penas

en esta primavera

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Las hojas suben

no quieren caer

en esta puta ciudad.

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3.15.2013

:: Momentito ::





Huyen en el viento las hojas secas, 
estupefactas en la sala de un hospital 
cansado, 
ingobernable, 
inalterable. 

En esta sala de espera, 
el eco de la nada 
y un olor seco, 
(indiferente), 
se apoderan de la memoria, 
que poco a poco se va ocultando 
en la oscuridad de las tinieblas 
pálidas. 

Las imágenes poco a poco 
se van marchitando. 

Caigo sin remedio, 
en la cuenta del doloroso proceso 
de la emancipación irresoluta, 
de la potestad de la controversia, 
de la maravillosa renuncia. 

Cansados ya mis huesos 
no dan a vastos con este cuerpo vacío, 
con este polen amargo que se mastica en silencio, 
anegando las vías transitorias, que tenían por destino 
el adulterio de las vueltas sin retorno, 
(sin importancia señera), 
desterrando al sentido de las ilusiones fantasmales, 
tiernas e irrepetibles. 

Abrimos la puerta a diario, 
tratando de coaccionar los malos momentos, 
esgrimiendo un par de palabras como compañeras. 

Al fin y al cabo, lo único que nos queda es este regalo siniestro 
de las palabras. 

Tantas vidas que se deshojan en este otoño flácido y marrón. 
Tantos lazos que se desatan producto de la irresponsable 
senectud, de la sosegada meditación errónea. 
Tantas palabras que fueron rechazadas por el invierno 
que estaba por venir... 

Hace frío, 

aquí, 

en esta cuenta que lentamente 
se va saldando. 

Ya no hay epígrafes que me conmuevan, 
ya no hay epítetos 
para lanzar al vacío, 
ya no quedan huellas que oler, 
tan sólo muchas cuentas que saldar. 

Tiernamente, 
el estrabismo de las decisiones 
nos aprieta el cuello, nos aterra en completa soledad. 

Los días sólo son un lienzo, 
para satisfacer esta irresoluta conjunción de colores y formas, 
que nos sobrepasan. 

Maldigo toda esa ansiedad detestable !!!! 

Toda esta expropiación del miedo !!! 
a cambio de las mentirillas con las que lavo mi rostro. 

ahhhh rendirse hasta que duela, 
volver al eje central, 
de esta inocua realidad. 

Dejar inconclusas las cerraduras, 
para mirar de reojo hacia lo más recóndito del paisaje, 
verter el alma 
(en un silloncito) 
en lo alto de la población. 

finalizar el polvo con ademán secreto, 
olerse las axilas y la entrepierna, 
para que todos sepan, 
que hay lugares por los cuales me colgarían de cabeza. 

Está bien, es así de siempre. 

Solo tengo las palabras para defenderme de las espinas, 
de este viejo hospital de almas alicaídas. 

Algunos dicen que es redondo. 

A mí me gusta reír de vez en cuando. 

3.01.2013

::Canción de hielo y fuego ::



¿¿¿ Cómo es posible que una poeta sea un pequeño dios,

si yo quiero ver al mundo arder ??? !!!

Oh, mi pequeña niña,
lees sin entender una palabra.

Descuidaste un espacio
malogrado,
siniestro a tus ojos salinos;
una seguidilla de fotogramas,
( que se borraron),
de tus días almidonados
de falacias.

Ve y levántate,
siéntete fresca,
como una pluma vieja.

Sabes que no puedes volar,
te sobrepasas a cada rato, en cada lugar.

Lástimas,
congojas fúnebres,
la mañana duele,
es el vino que se tiñe de jolgorios inexpugnables.

Era la calle, en una esquina,
no,
era una noche al mediodía,
no hay evidencia,
quizás era en ese lugar, tan distante del océano,
tan arriba,
tan fugaz,
en mis pensamiento,
o en los tuyos.

Yo te vi llorar,
en un escalón viejo.

Bajamos las escaleras,
antes de subirlas,
nos embriagamos  pocas veces.

Eso fue,
lo juro.

Tu gemías desafinada
entre mis manos;
mientras tanto yo...
mientras tanto yo...

¿Cómo es posible que te levantes
cuando salga el sol?

Arrancamos de los centinelas.

Te recuerdas??

La noche era una pequeña provincia,
(al sur de la memoria),
en un hemisferio negro,
en un cubículo cerrado,
donde las cortinas eran una muralla
para el mundo inadecuado, para un mundo
olvidado.

Sonreíste pocas veces,
nunca te aferraste de mis manos,
quisiste que yo condujera
y nos estrellamos.

Si tan solo...

Es tan fácil echarle la culpa al empedrado.

Yo renuncio,
tú renuncias...

Es tan fácil echarle la culpa al empedrado.

Esto fue una obra de un segundo,
(y
por
un
puto
segundo),
dejamos de vaciar nuestros cuerpos,
en estos recipientes que nos acompañan
a diario

Porque ¿ Que son estos cuerpos,
sino un pequeño receptáculo de
lujuriosas experiencias,
que no tienen respuestas asequibles
ni
(mucho menos)
un par de pequeñas explicaciones
sobre lo funestamente indeseable
a nuestro alrededor,
lo tan inmensamente oblicuo
en nuestras barrigas etéreas,
o eso tan inverosímil
que nos carcome a diario?

Oh , pequeño soliloquio que fustigas
como la monotonía del metro,
como el viaje isolado de un desertor
de la provincia.

Entonces esto no era mas que una jugarreta
de una generación sumergida
en un mundo de mentiras.

Entonces da lo mismo
la época, el tiempo,
la oportunidad de vivirnos
como una reliquia que se huele
cegada con el miedo.

Somo ciegos al mundo que vive
en nosotros,
ese mundo que espera por nacer....

No hace falta levantarse temprano
para darse cuenta si estas listo.

O renuncias, o te hundes...




:: El Rio invisible ::

Es hacia el ocaso, hacia esa curiosa, hacia esa curiosa,  hacia esa curiosa dirección por dónde nos inclinábamos cuando éramos chicos. En el...