:: Make It Wit Chu ::
Recuerdas??
Si.
Sólo vivimos de recuerdos de noches húmedas,
de días inciertos,
de promesas inconclusas,
insípidas,
inservibles.
Yo levanto el viento como una bandera.
Yo trato de olvidar cómo es el inicio.
Somo una historia que cuentan las palabras,
que a nadie mas le importan.
Yo sólo quiero hacerlo, una y otra vez...
No tengo nada más que decir.
¿Recuerdas cuando fuimos a una boda imaginaria.
y tú te sumergiste en una pieza,
y empezaste a sentirte mal,
entonces el vidrio de la quimera
te puso contra la pared y te corriste?
La comida nunca se enfrió,
tan solo se descompuso,
para no morir en el intento,
para no morar en el sarcasmo,
en la mordida de tus labios en un lamento,
en una lamida de tus ribetes mojados...
La noche lloraba entre tus piernas,
la noche sangraba entre tus senos cojos,
en el vaivén de tus caderas siderúrgicas,
entre tus caricias deformadas,
por el tedio,
por las cortinas que colgaban de la mentira,
por las analgésicas visiones de un pantano florecido,
detrás de una libélula discreta,
detrás de una placenta imaginaria,
al fondo de un libro que se caía a pedazos.
Escalas que se graban en las mesas+
en los zapatos.
Fuimos señalados como un recuerdo que no volvería,
¿Por qué no me seguiste?
pudiste detenerme...
yo no tomaría la micro,
yo no llegaría a mi destino
Y que es el ahora?
Todos tuvimos una pequeña responsabilidad,
todos pudimos detenernos,
no creímos,
no soñamos.
Tú me haces tan bien...
(en esta inconsecuente distancia)
tú me haces tan bien...
Y la botella sigue su curso.
A veces nos conformamos con lo suficiente.
Dejamos de luchar,
dejamos de buscar,
dejamos de apostar...
Si tan solo hubieras bajado del olimpo,
sin tan solo me hubieras hecho una zancadilla,
y la sangre,
y las heridas,
el teléfono,
la camilla,
tu mano...
O tal vez tu mano se hubiera movido
(rápidamente)
de un lado a otro,
haciendo fuerza en mis rodillas,
haciendo fuerza en el asiento,
habría sido expulsado de un viaje
sin retorno.
Quizás tú eras mi retorno,
quizás tú eras el orden,
la contemplación,
el delirio de las respuestas predicadas al espacio...
La verdad absorta.
La micro siguió su curso,
así como los días,
así como tu vida,
así como la mía.
Ahora,
tratamos de blufearle al realismo postmortuorio,
y perdimos todo el rato,
y gastamos todo el tiempo en abandonarnos,
en renuncias tras renuncias.
Lágrimas de cemento,
que pesan como un balón de gas vacío,
ni siquiera es necesario limpiarlas
¿Para qué?
He escrito tantas tontáforas en los baños,
he dejado tantos amuletos muertos en tus entrañas,
he apuntado tantas veces tu correspondencias etérea.
Angustias que van mas allá del viento y lo despacio.
Quizás esta noche pueda soñarte
como un abrazo sin nombre,
o sólo fue un pequeño océano
en esta ventolera fastuosa,
en esta plaga sinfónica,
en este consuelo de plástico.
Serán estos los matices del vacío?
Quizás, quizás, quizás+++
Si.
Sólo vivimos de recuerdos de noches húmedas,
de días inciertos,
de promesas inconclusas,
insípidas,
inservibles.
Yo levanto el viento como una bandera.
Yo trato de olvidar cómo es el inicio.
Somo una historia que cuentan las palabras,
que a nadie mas le importan.
Yo sólo quiero hacerlo, una y otra vez...
No tengo nada más que decir.
¿Recuerdas cuando fuimos a una boda imaginaria.
y tú te sumergiste en una pieza,
y empezaste a sentirte mal,
entonces el vidrio de la quimera
te puso contra la pared y te corriste?
La comida nunca se enfrió,
tan solo se descompuso,
para no morir en el intento,
para no morar en el sarcasmo,
en la mordida de tus labios en un lamento,
en una lamida de tus ribetes mojados...
La noche lloraba entre tus piernas,
la noche sangraba entre tus senos cojos,
en el vaivén de tus caderas siderúrgicas,
entre tus caricias deformadas,
por el tedio,
por las cortinas que colgaban de la mentira,
por las analgésicas visiones de un pantano florecido,
detrás de una libélula discreta,
detrás de una placenta imaginaria,
al fondo de un libro que se caía a pedazos.
Escalas que se graban en las mesas+
en los zapatos.
Fuimos señalados como un recuerdo que no volvería,
¿Por qué no me seguiste?
pudiste detenerme...
yo no tomaría la micro,
yo no llegaría a mi destino
Y que es el ahora?
Todos tuvimos una pequeña responsabilidad,
todos pudimos detenernos,
no creímos,
no soñamos.
Tú me haces tan bien...
(en esta inconsecuente distancia)
tú me haces tan bien...
Y la botella sigue su curso.
A veces nos conformamos con lo suficiente.
Dejamos de luchar,
dejamos de buscar,
dejamos de apostar...
Si tan solo hubieras bajado del olimpo,
sin tan solo me hubieras hecho una zancadilla,
y la sangre,
y las heridas,
el teléfono,
la camilla,
tu mano...
O tal vez tu mano se hubiera movido
(rápidamente)
de un lado a otro,
haciendo fuerza en mis rodillas,
haciendo fuerza en el asiento,
habría sido expulsado de un viaje
sin retorno.
Quizás tú eras mi retorno,
quizás tú eras el orden,
la contemplación,
el delirio de las respuestas predicadas al espacio...
La verdad absorta.
La micro siguió su curso,
así como los días,
así como tu vida,
así como la mía.
Ahora,
tratamos de blufearle al realismo postmortuorio,
y perdimos todo el rato,
y gastamos todo el tiempo en abandonarnos,
en renuncias tras renuncias.
Lágrimas de cemento,
que pesan como un balón de gas vacío,
ni siquiera es necesario limpiarlas
¿Para qué?
He escrito tantas tontáforas en los baños,
he dejado tantos amuletos muertos en tus entrañas,
he apuntado tantas veces tu correspondencias etérea.
Angustias que van mas allá del viento y lo despacio.
Quizás esta noche pueda soñarte
como un abrazo sin nombre,
o sólo fue un pequeño océano
en esta ventolera fastuosa,
en esta plaga sinfónica,
en este consuelo de plástico.
Serán estos los matices del vacío?
Quizás, quizás, quizás+++
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