:: Aquel domingo, cuando los mineros dieron señal de vida. ::



Nublado.

Tirado a cagarse de frío.

En la tele se arma una tremenda payasada mas
por treinta y tres mineros que aún están con vida.

Uno quisiera ser empático con el dolor ajeno...

No se puede.

Es la siniestra enfermedad de los medios informativos,
que nos han dejado con síntomas
de una indolencia significativa,
que carece de sometimiento,
de sonrisas grotescas,
que no se extrañan, pues abundan

Uno se pone a pensar y ahí parece que la caga..

Porque me gustaría escuchar debate acalorados
sobre cómo vamos a proteger los inalienables derechos
de los trabajadores en todos los sectores.

Me gustaría ver detalles de las nuevas medidas para la distribución equitativa de la riqueza.

Me gustaría escuchar que se acerca el fin de un sistema parásito,
que succiona todos los recursos posibles,
para transformarlo en deleite de ciertos mojigatos
con astutos privilegios y policíacos mayordomos,
mientras algunos seguimos en la misma linea horizontal de todos los días:
pateando piedras eléctricas de un teclado o de un control remoto.

Da lo mismo

Ahora vendrá el pleonasmo notable de las alegrías,
por los mineros que dieron señal de estar vivos.

Claro, si parece nos estamos acostumbrando a estar en un circo,
donde celebramos todas las payasadas en la plaza Italia
con un par de bocinazos,
o posteando en twitter, facebook o en myspace,
para mostrar una supuesta condescendencia
para con el sufrimiento de los otros.

No estoy ni ahí con el circo.

Mi verdad,
corresponde a la impotencia con que nos movemos a diario
esta que nos habla de casi una década de reclamos estériles,
a través de la red binaria tan inútil como innecesaria;
esta que nos plantea las protestas virtuales
del chiste matutino de las autoridades;
Esta que sigue protegiendo los intereses
de los delincuentes empresariales y gremialistas,
dueños de mineras, o jueces de la suprema corte:
esta que nos transforma en abúlicos dadores de limosna
(conceptual)
para regalar palabras al mundo
como si fueran flores
cual hippie cibernético
que nos reflejarán como un ser humano concreto
empático
o tan lleno de pop en nuestras venas !!!

Presentadas las falacias,
abundan los sabios olores a podredumbre
en todas partes.

Parece que hemos perdido el olfato

Sigamos en el circo,
es mejor reir,

que seguir viviendo...

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