:: Cenizas de un Arbol ::

(a un amigo imaginario)

¿Cómo que no?

Absolutamente todo es poesía.

Hasta tu absurda persecución,
de la poesía,
lamentablemente es poesía.

Las cenizas de un árbol
te llaman a la hoguera humana,
ocasional,
de las meditaciones tan propias,
como el sudor entre tus brazos.

Es tan natural el sudor entre los brazos,
es tan sofocante la hipertermia,
derivada en líquidos tan subjetivos,
tan escurridizos,
tan absolutamente poéticos.

Todo, absolutamente todo es poesía.

La luna llora el apagón del sol

Todo se nubla…

Todo tiende a cero, a la nada,
al caos

Todo se aleja como escapando
de nosotros.

Todo, hasta un miserable concepto
encerrado por el cerebro
de tus labios.

Todo es alcanzable con un poco
de poesía.

pues bien ¿qué es poesía?

aprende que le debes mucho,

a tu poesía.

Comentarios

  1. denisoyde3:39 p.m.

    Llegadas

    él se acerca.
    Todo es una fiesta.
    Las preguntas te contagian.
    ¿todo es poesía?
    No, dijo
    y se apago el sol.

    (Pudahuel)

    ResponderBorrar
  2. Desiniaca3:44 p.m.

    Fue John Uberuaga quien le respondío a Carlos Lazo NO TODO ES POESÍA

    Y fue ahì cuando se apagó el sol

    ResponderBorrar
  3. Las opiniones vertidas en este programa no necesariamente representan el pensamiento de nuestro canal.

    ResponderBorrar
  4. En ese momento mefistófeles irrumpe en el gran salón... Observa en la distancia, y vestida con aquél chall amarillo y su pelo suelto, entre el corsé y el corpiño, de la mano la toma y la presenta ante el Gran Maníatico.
    -Quisiera usar mi poder, al viento chispas echar, blandir la razón y con ella gozar, para presentarles aquí, así, nada más, a la hermosa, a la mezquina, a la sobreprotectora y colosal; Poesía.

    Todo el salón quedó en silencio. El Gran Maníatico y el Amigo Imaginario a sus ojos se miraron. No podían contener su rabia y su frustración. Hacia la calle un bullício explotaba, violincellos, pianos, violines, platillos, redoblantes y cornos espantaban a la plebe.

    -Yo soy Poesía y aquí me presento, traigo amor y desdicha y prometo confundirlos, traigo paz y guerra y prometo la revancha.

    -!Detente, eres tan bella! -Exclamó el Amigo Imaginario, y sobre los brazos de el Gran Maníaco, hacia la faz de Mefistófeles se fue, y así quedó, entre la gente, la Duda, quien con su cara lavada y sus zapatillas de charól, tomó a Poesía del brazó, y con gran arrevato la subió al estrado del salón, en aquella noche de Walpurgis donde Goethe, sentado en el gran trono, complacido, contemplaba el gran final junto a los demás.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Paganini (diabolus in musica) Adagio flebile con sentimento

:: Nocturno ::

La autopoiesis de Maturana (y Varela): ¿Seres sociales o seres individuales?