Ocaso
Todo en esta pieza tiende al ocaso
o al final
o a las finas terminaciones desgastadas,
escondidas...
da tercamente lo mismo.-
Un viento nublado desciende del norte
y yo ilusamente pensaba que sería un gran día
cuando solo se trataba de un craso
irreconocible
error maltrecho.
Domesticadas las artimañas de lo propio
la pena se viste con trajes ajenos
o la prepotencia
o la desilusión.
Canasta llena de humo que aparece de prisa para
no volver...
Cosquillas que hacen que un payaso
de la vida
arlequin de invierno,
siempre este llorando,
como si miles de pañuelos se quebracen
por la demanda
de la lluvia
en las mejillas otoñales,
de hojas caidas,
en tintes viejos
terminados.
¿Elegancia?
¿Sencillez?
La vida es un huracan tranquilo en la división de dos corrientes
prostetizadas por las miles de cabañas que se posaron en el ventanal
furioso
del derecho que surge de la grieta enfrascada
anochecida
dilatada por tantas otras manos que a nadie trasciende
individuo, o comunión.
Vicios antiguos que han morado en mi cabeza,
o en un arte sucio,
cruel amante de las letras,
engalanadas por la arrogancia egolatra
de la incumbencia,
partida en la mitad.
Hoy sería el mejor de los azules del cielo
(en mi guitarra)
y siempre es siempre,
cuando se quiere velar la muerte en puta vida,
de la que abiertamente se versa en felonías,
o la irreverente categoria de las siluetas que acompañana como sombras el quehacer mundano
que niega en un exorcismo blanco en soledad
o algarabía.
Historias viejas escritas en papeles amarillos
dañinos
o hambrientos.
Cruzadas alejadas de estelas viejas,
en flechazos que nunca debieron cruzar la frontera del corazón
ni el compromiso...
Nuevamente el yugo se posa como un cuervo
esperando la caída al abismo
del juicio
justo
en tantos otros.
Y me envuelvo
(o me protejo)
de sedas vivas
sudadas
(y hoy mas que nunca)
por siempre cansadas
Todos tienen derecho a cerrar las puertas
(y los ojos)
a la querencia sensible
de los cojines que erizan el mar de mis ausencias.
Quisiera gritar una letra desgarrada
en conjunto con muchas otras...
Mas no puedo
Y quisiera que mis labios no diseminaran sonidos tales como el bodrio,
pues
¿Cuando se dice lo directo,
lo trivial,
sino es en sucesos que jamás serán de antorchas
en peñascos ocultos a lo fraternal?
En el camino he aprendido que uno debe saber morir con las botas puestas en la duda.
que las espuelas redoblen como campanas de fin de siglo
y que tu cuerpo a nadie tema,
y a nadie bese mas que al prójimo
pues debe ser uno contigo mismo.
Y
siendo optimista
es quizás la esencia consciente
del mito pagano
en el cuarto siniestro
para nada oscuro
que Dios construyó para los muertos que creyeron ser dueños
de caminos solitarios
cuando el infierno llora de pena
por que el ser amante loco pensante
se divierte en compromisos
que jamas tendrá
ni extrañará
Ese que llamamos
el ponerse a soñar
Que de alas me carece.
¿Y quienes somos para citar la palabra como el escupitajo sagrado de los dioses, para enjaular los pájaros divinos que quisieron volar, a expensas de la negación silvestre de la esperanza?.
11.26.2007
11.15.2007
Amores Perros.

Hay palomas que hacen nido en la garganta...hay rezos antiguos que dificultan el sabor de la derrota poética del sentimiento trágico de la inocencia...
Palabras, palabras al vuelo en conocidas artesanías divulgadas en miles de cigarros.
Hoy contemplaba mi pensamiento desde afuera, y pues bien, es conocido el hecho de que la globalización nos sumerge en un nuevo paradigma de las comunicaciones.
Palabras como un saludo u objetos electrónicos que se vislumbran a interpretaciones de lo que alguna vez se conceptualizó como realidad están a punto de llegar a su fin, en una evidente transformación.
La era plana de la información ha desatado un sinnúmero de relaciones poco comunes hasta mediados del siglo veinte. Secretos de estado se han convertido en el famoso "pan de cada día". Se divulga información a diario y es así como nos rodeamos de seres ficticios o reales, da igual, si al final la interpretación es la misma. La diferencia es determinar la explicación de como se diluye el viejo sistema esquemático de la relaciones humanas para dar paso a la virtualidad como madre de nuevos sistemas para nada rígidos y que se confiesan como una especie de selección natural de las nuevas generaciones.
Circuitos eléctricos comulgando con el arte o con los conceptos, afectos ya no sumidos en la angustia del tiempo, sino de la distancia, compañía ya no sumida en grupos sociales ciudadanos, sino mas bien en ciudadanos del mundo, en una aldea que mas parece una isla global.
Nacen amores a diario, se compenetran realidades de distintas y muy lejanas realidades, seres virtuales que profesan frases paradisíacas en un experiencia nueva, esa que nace en el rocío de culturas como si de una fiesta empapada de diversidad se tratase.
¿Y donde está el miedo a lo desconocido? ¿Donde quedó el respeto por las fronteras? ¿Que es la realidad del lenguaje sino interpretaciones de letras y sonidos virtuales, sentimientos para nada comprobables, disfraces de contertulios en miles de charlas olvidadas en el chat? Nuevos desafíos que se presentan al hombre que se dibuja en el siglo veintiuno.
La revolución de la especialización da paso a la revolución de la informática. Muere la identidad patriota dejando claro que todos los seres húmanos son influencia de la sociedad que les toca vivir en el tiempo que se les es dado.
¿Selección natural? Mi abuelo se maravillaba con la televisión, mientras mi madre no entiende el fenómeno de la Internet, en tanto mi hija descubre nuevas vetas aprovechadas en la integración no sólo en su entorno, sino en el ciberespacio emocional.
Caricias en letras, declaraciones construidas por el pulso de los dedos....presionado teclas que hoy cumplen algo así como cincuenta años...
Al menos sabemos que todo es en base a los dedos...
Al menos después de tantos siglos de vana historia, hay algo matemático llamado "mínimo común denominador " que parece no se niega morir.
Al menos al corto plazo…
Nunca se sabe…
Palabras, palabras al vuelo en conocidas artesanías divulgadas en miles de cigarros.
Hoy contemplaba mi pensamiento desde afuera, y pues bien, es conocido el hecho de que la globalización nos sumerge en un nuevo paradigma de las comunicaciones.
Palabras como un saludo u objetos electrónicos que se vislumbran a interpretaciones de lo que alguna vez se conceptualizó como realidad están a punto de llegar a su fin, en una evidente transformación.
La era plana de la información ha desatado un sinnúmero de relaciones poco comunes hasta mediados del siglo veinte. Secretos de estado se han convertido en el famoso "pan de cada día". Se divulga información a diario y es así como nos rodeamos de seres ficticios o reales, da igual, si al final la interpretación es la misma. La diferencia es determinar la explicación de como se diluye el viejo sistema esquemático de la relaciones humanas para dar paso a la virtualidad como madre de nuevos sistemas para nada rígidos y que se confiesan como una especie de selección natural de las nuevas generaciones.
Circuitos eléctricos comulgando con el arte o con los conceptos, afectos ya no sumidos en la angustia del tiempo, sino de la distancia, compañía ya no sumida en grupos sociales ciudadanos, sino mas bien en ciudadanos del mundo, en una aldea que mas parece una isla global.
Nacen amores a diario, se compenetran realidades de distintas y muy lejanas realidades, seres virtuales que profesan frases paradisíacas en un experiencia nueva, esa que nace en el rocío de culturas como si de una fiesta empapada de diversidad se tratase.
¿Y donde está el miedo a lo desconocido? ¿Donde quedó el respeto por las fronteras? ¿Que es la realidad del lenguaje sino interpretaciones de letras y sonidos virtuales, sentimientos para nada comprobables, disfraces de contertulios en miles de charlas olvidadas en el chat? Nuevos desafíos que se presentan al hombre que se dibuja en el siglo veintiuno.
La revolución de la especialización da paso a la revolución de la informática. Muere la identidad patriota dejando claro que todos los seres húmanos son influencia de la sociedad que les toca vivir en el tiempo que se les es dado.
¿Selección natural? Mi abuelo se maravillaba con la televisión, mientras mi madre no entiende el fenómeno de la Internet, en tanto mi hija descubre nuevas vetas aprovechadas en la integración no sólo en su entorno, sino en el ciberespacio emocional.
Caricias en letras, declaraciones construidas por el pulso de los dedos....presionado teclas que hoy cumplen algo así como cincuenta años...
Al menos sabemos que todo es en base a los dedos...
Al menos después de tantos siglos de vana historia, hay algo matemático llamado "mínimo común denominador " que parece no se niega morir.
Al menos al corto plazo…
Nunca se sabe…
Microrelato.

...Y murió....
Corrió por la calle, lejos del hogar al que llamaba su casa, para no volver….
Se sentó en la orilla de nadie para admirar las nubes, esas nubes que nacen luego de la tormenta...
Un suspiro robó del cielo y lo dedicó a esas señoras que desfilaban con aquel viento que subía a los cerros en recuerdos, de los miles de cerros que se dibujaban en el puerto de Valparaíso.
Se preguntó por su padre, aquel camino roto por los bares que prometieron siempre alegrías inmediatas, risotadas culminantes en el medio de la noche como si un trapo viejo que se deja en la costura de su madre se podría amanecer esperando el golpe duro de la puerta, cuando el alcohol hace su trabajo en las manos abiertas que se abrazaron noche tras noche, casi de madrugada, en las mejillas de su vieja... Matilde....
Helena Rosa, cruz de roma, cruzaba la calle, a diario, casi todos los días en que no era domingo. Compraba el pan recién horneado, y en su aroma sentía el viejo caminar del panadero al desayuno de las cinco, a la madrugada.
El amor, "el amor es un camino que de repente amanece" sonaba en la radio de don Pedro, viejo escudero de las letras en un pequeño kiosco de la esquina. ¡Cuantas veces diseñó estelas de juicio en recomendaciones a la alborada, de lectura de poetas o revistas, eso era o daba lo mismo, no es nada particular.
Caminaba Rosa la tarde de un día triunfante en nubes de verano,....lluvia, luces,
aceros que se aferraban a sus piernas, cortes, sangre, sudor, última mirada...un carro que aparece como cual dios, que no se sabe de donde viene.
Rosa se tendió en el suelo, rodeada de mucha gente, casi casi era un tumulto....Rosa miraba las nubes, y reconfortada, pensaba en que su muerte sería el ultimo sacrificio, para que ellos, sus amados, (padre y madre), fueran juntos por la plaza, recordando los pasos tranquilos, mejillas disonantes, ojos discretos, de aquella niña que alguna vez nació del amor de dos amantes...
Y murió...
Rosa, murió…
En una tarde de domingo….
Corrió por la calle, lejos del hogar al que llamaba su casa, para no volver….
Se sentó en la orilla de nadie para admirar las nubes, esas nubes que nacen luego de la tormenta...
Un suspiro robó del cielo y lo dedicó a esas señoras que desfilaban con aquel viento que subía a los cerros en recuerdos, de los miles de cerros que se dibujaban en el puerto de Valparaíso.
Se preguntó por su padre, aquel camino roto por los bares que prometieron siempre alegrías inmediatas, risotadas culminantes en el medio de la noche como si un trapo viejo que se deja en la costura de su madre se podría amanecer esperando el golpe duro de la puerta, cuando el alcohol hace su trabajo en las manos abiertas que se abrazaron noche tras noche, casi de madrugada, en las mejillas de su vieja... Matilde....
Helena Rosa, cruz de roma, cruzaba la calle, a diario, casi todos los días en que no era domingo. Compraba el pan recién horneado, y en su aroma sentía el viejo caminar del panadero al desayuno de las cinco, a la madrugada.
El amor, "el amor es un camino que de repente amanece" sonaba en la radio de don Pedro, viejo escudero de las letras en un pequeño kiosco de la esquina. ¡Cuantas veces diseñó estelas de juicio en recomendaciones a la alborada, de lectura de poetas o revistas, eso era o daba lo mismo, no es nada particular.
Caminaba Rosa la tarde de un día triunfante en nubes de verano,....lluvia, luces,
aceros que se aferraban a sus piernas, cortes, sangre, sudor, última mirada...un carro que aparece como cual dios, que no se sabe de donde viene.
Rosa se tendió en el suelo, rodeada de mucha gente, casi casi era un tumulto....Rosa miraba las nubes, y reconfortada, pensaba en que su muerte sería el ultimo sacrificio, para que ellos, sus amados, (padre y madre), fueran juntos por la plaza, recordando los pasos tranquilos, mejillas disonantes, ojos discretos, de aquella niña que alguna vez nació del amor de dos amantes...
Y murió...
Rosa, murió…
En una tarde de domingo….
11.12.2007
Fin del Camino...

Las estrellas nacen juntas,
disociadas.
Esparcidas en la mente,
consteladas.
Casualidades milenarias
que les presentan un paralelo
y las cruza así,
de frente,
como si un pasado en común les sume
en viajes siderales
de maravillas algo confusas o elevadas
y pro siempre emocionales.
¡¡¡ Polvo de estrella que,
sumidos en la plenitud
solemos llamar "las caricias". !!!
Éxtasis de la pasión toda…
cada gesto, cada brisa
es un regalo fogoso de lo humano, demasiado humano
y no divino.
Llueve oscuridad en el espacio ajeno.
El lado opuesto ahora es solo uno,
ligado a la negación triunfante
del que dirán a las falacias.
Garabatos que entrelazan los labios,
(pues claro)
si un beso es la explicación nacida en el deslumbre
de lo inexplicable,
y de lo incierto....
El amor se deshoja y se descubre como pétalos que vuelan al céfiro,
y que,
cobijados en la inocencia
y en el velo hermoso de la compañía eterna,
esa que se promete en un sentido
(hacia delante),
se humedece tácitamente
como una serena gota de rocío
que cae por las hojas de un poema.
He dejado al pasado sentado en una banca
y a igual que otros, el mío llora.
Llora la estrella que deja partir su cometa al ocaso
de la vida.
Llora el corazón de yo,
el hombre,
en discursos rodeados
de escudos espinados de color negro,
acabados,
enrojecidos….
Tristeza...
Disociación de planes proféticos sometidos a la esperanza.
Cariños prohibidos por la razón de los anhelos,
Promesas muertas asesinadas por los gritos,
Estrellas que hablan idiomas disonantes
e incomprensibles a la quietud atiborrada.
Galardones de oro que hoy se tiñen de barro blanco.
y se diluyen así, tan simple…
como la nieve que se va a la montaña...
Que de alegría me carecen...
disociadas.
Esparcidas en la mente,
consteladas.
Casualidades milenarias
que les presentan un paralelo
y las cruza así,
de frente,
como si un pasado en común les sume
en viajes siderales
de maravillas algo confusas o elevadas
y pro siempre emocionales.
¡¡¡ Polvo de estrella que,
sumidos en la plenitud
solemos llamar "las caricias". !!!
Éxtasis de la pasión toda…
cada gesto, cada brisa
es un regalo fogoso de lo humano, demasiado humano
y no divino.
Llueve oscuridad en el espacio ajeno.
El lado opuesto ahora es solo uno,
ligado a la negación triunfante
del que dirán a las falacias.
Garabatos que entrelazan los labios,
(pues claro)
si un beso es la explicación nacida en el deslumbre
de lo inexplicable,
y de lo incierto....
El amor se deshoja y se descubre como pétalos que vuelan al céfiro,
y que,
cobijados en la inocencia
y en el velo hermoso de la compañía eterna,
esa que se promete en un sentido
(hacia delante),
se humedece tácitamente
como una serena gota de rocío
que cae por las hojas de un poema.
He dejado al pasado sentado en una banca
y a igual que otros, el mío llora.
Llora la estrella que deja partir su cometa al ocaso
de la vida.
Llora el corazón de yo,
el hombre,
en discursos rodeados
de escudos espinados de color negro,
acabados,
enrojecidos….
Tristeza...
Disociación de planes proféticos sometidos a la esperanza.
Cariños prohibidos por la razón de los anhelos,
Promesas muertas asesinadas por los gritos,
Estrellas que hablan idiomas disonantes
e incomprensibles a la quietud atiborrada.
Galardones de oro que hoy se tiñen de barro blanco.
y se diluyen así, tan simple…
como la nieve que se va a la montaña...
Que de alegría me carecen...
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