:: Nubes de Algodón ::
Hay cosas tan fáciles:
como abrocharse los zapatos estando borracho
como prender un cigarro a razón del viento
como ponerse los pantalones cuando vas corriendo
como sentarse en una piedra en medio del desierto
como apretarse el cinturón cuando tienes hambre
como despertar de un sueño y seguir soñando
como saldar deudas a fin de mes, cuando ya no tienes trabajo
como abrir la puerta, respirar hondo
abrir los ojos
y dejar que las nubes de algodón se reflejen en mis pupilas.
Hay cosas tan difíciles:
Como decir te quiero
como hacer un pacto
como salvase solo
como salir corriendo
como dejar que el tiempo haga su trabajo
como apretujarse contra el tedio y la mala suerte
para renacer
como santificarse en la poesía para prostituirla,
cogerla como una ramera para expiar nuestro dolor
como machacarse en un arco iris y morir ahorcado
de tanto sufrir.
Hay cosas que nadie entiende.
serán un misterio
y por mas que se investigue la causa del homicidio,
es probable que el asesino esté ahora tratando de
sopesar qué mierda fue lo que lo llevo a cometer,
esta hecatombe nuclear.
Hay cosas tan sencilla como apretar el botón
o tirar la cadena.
Entonces el recuerdo es sólo una margarita que se deshoja,
en la elasticidad del tiempo, en la nota desafinada
de una sinfonía creada, con el único fin de observar
el fin de los tiempos,
y que ahora
(simplemente)
sirve para que vuelvan las oscuras golondrinas
a posarse sobre nuestros asuntos.
A veces creo que un homicida es como la niebla,
jamás podrás ver su rostro ni sus motivos...
A veces, creo que la niebla es un destello.
A veces, sólo a veces, veo el rostro de mi propio asesino
por la noches, cuando un punto final me cierra los ojos.
Esto de soñar,
últimamente,
me da miedo.
como abrocharse los zapatos estando borracho
como prender un cigarro a razón del viento
como ponerse los pantalones cuando vas corriendo
como sentarse en una piedra en medio del desierto
como apretarse el cinturón cuando tienes hambre
como despertar de un sueño y seguir soñando
como saldar deudas a fin de mes, cuando ya no tienes trabajo
como abrir la puerta, respirar hondo
abrir los ojos
y dejar que las nubes de algodón se reflejen en mis pupilas.
Hay cosas tan difíciles:
Como decir te quiero
como hacer un pacto
como salvase solo
como salir corriendo
como dejar que el tiempo haga su trabajo
como apretujarse contra el tedio y la mala suerte
para renacer
como santificarse en la poesía para prostituirla,
cogerla como una ramera para expiar nuestro dolor
como machacarse en un arco iris y morir ahorcado
de tanto sufrir.
Hay cosas que nadie entiende.
serán un misterio
y por mas que se investigue la causa del homicidio,
es probable que el asesino esté ahora tratando de
sopesar qué mierda fue lo que lo llevo a cometer,
esta hecatombe nuclear.
Hay cosas tan sencilla como apretar el botón
o tirar la cadena.
Entonces el recuerdo es sólo una margarita que se deshoja,
en la elasticidad del tiempo, en la nota desafinada
de una sinfonía creada, con el único fin de observar
el fin de los tiempos,
y que ahora
(simplemente)
sirve para que vuelvan las oscuras golondrinas
a posarse sobre nuestros asuntos.
A veces creo que un homicida es como la niebla,
jamás podrás ver su rostro ni sus motivos...
A veces, creo que la niebla es un destello.
A veces, sólo a veces, veo el rostro de mi propio asesino
por la noches, cuando un punto final me cierra los ojos.
Esto de soñar,
últimamente,
me da miedo.
Comentarios
Publicar un comentario