:: Incoloro ::
Hay que sentarse. Observar de frente la cursilería bizarra. Escupirla, sazonarla con mentiras, y una pisca de opinión propia. (Claro, si cualquiera se tira al abordaje...) Empujarla hacía el otro extremo de las noticias, las que no importan. Entonces los ojos son la gran boca por donde se tragan los calmantes, los alocados calmantes del circo estival. Se degluta la opinión pública, Para vomitarla, en los nuevos métodos de persuasión masiva. A’er cómo te lo explico: Sólo cambia la forma de abrir el hocico, para expandiiiiirlo, gritando el silencio en medio de la sobremesa virtual. Doble aproximación al movimiento perpetuo, al que no germina. Círculos. Círculos gigantes se toman de la lengua, para batir la mierda que escupe la caja cuadrada. Círculos vacíos que rebotan en las noches, con ganas de sudar... Iluminados dones del lenguaje. Entonces el prestigio recae en la vacuidad Y, las migajas que caen le siguen, caracoleando las mismas palabras, el mismo afecto trasqui