:: Hacer de Tripas Corazón ::
Desarraigar la cabeza. Comerse el pelo de tonto que nos gobierna. Caminar en el mojado desierto del universo tan lejano Desorbitar los dientes, para destemplar al más preciado de nuestros ojos. Oscurecer la albina aurora de la conciencia, domesticando la flemática pronunciación de los azarosos sentimientos, que no son más que eso: Ordenadas emociones que caminan directo al olvido glorioso de la muerte. Borrar el epitafio que se vive a diario, para desaparecer sin memoria. Meditar cada segundo, (incluso el meditado). Saborear el hambre, masticar el viento, comerse la barriga, enviar al destierro a nuestros más preciados ideales. Desnudarse… Confesarse con todo el mundo, para que nos acompañemos, en la azarosa misión de identificarnos como perfectos desconocidos. Besar apasionadamente nuestros labios, para así degustar nuestra insípida saliva. Lamer nuestras más molestas llagas, con la punta de los pies, para gemir, en silencio… Escribir a viva letra toda la ira contenida, esa que ha si