La poesía como contrapunto del lenguaje
Cuando hablamos del lenguaje se tiene una "definición", aunque sea muy vaga o no, de lo que se refiere. Si nos remitimos a
Lenguaje.
(Del prov. lenguatge).
Es así como utilizamos en lenguaje en primera instancia para comunicarnos frente a los demás individuos, aprendemos de él en temprana edad, e incluso sacamos nuestras propias conclusiones en base a la semántica aprendida y la limitante de conceptos.
El lenguaje de alguna manera es el espejo de nuestro mundo que, a través de nuestra capacidad de raciocinio, nos dibuja la realidad en la cual vivimos. Yo lo llamo nuestro sexto sentido, pues engloba el conjunto de sabores, olores, imágenes, sensaciones externas y sonidos que se relacionan en el lenguaje para darnos un sentido lógico de las situaciones que acontecen. Se razona con y en el lenguaje
Esta interpretación (del lenguaje) debe ser coherente incluso teniendo múltiples sensaciones ya racionalizadas. En esencia el lenguaje debiera ser el puente entre "el ser" y la verdad (o parte de ella: la realidad) y el impulso primero frente a la interpretación de los fenómenos acontecidos a "el ser" unipersonal y su relación con la sociedad.
Sin embargo, hay conceptos olvidados en esta "maravillosa interpretación" que se niegan en gran medida por el carácter regulador del lenguaje por sobre la capacidad de elección que tiene el individuo. Es claro que frente a los fenómenos que nos suceden no tenemos mayor implicancia que la toma de decisiones que podemos hacer, es decir, determinar nuestro comportamiento, nuestras reacciones. Acciones como algo tan simple de elegir un helado por sobre un chocolate, o viceversa como algo tan complejo como el matrimonio, siendo independiente el hecho innegable de que en la segunda apreciación se requiere mas de una persona y por ende mas de una elección.
Cabe la pregunta de porqué algunas veces actuamos de manera tal que nuestra conciencia, "La eterna guardiana de la cordura" nos castiga brutalmente frente a ciertos actos. ¿Como podemos elegir ser verdaderos si en realidad no nos gusta? ¿Cual es la verdad que nos entrega realmente el lenguaje? ¿Cómo podemos medir que es correcto y que no lo es?
Según Heidegger "El hombre se comporta como si fuera el forjador y el dueño del lenguaje, cuando es éste, y lo ha sido siempre, el que es señor del hombre. Cuando esta relación de señorío se invierte, el hombre cae en extrañas maquinaciones.".
Nunca el lenguaje podrá mostrarnos la esencia de una cosa directa y definitiva. Es ahí que el lenguaje se adueña de nosotros y nos hace sus esclavos pues, a pesar de que encontramos un real sentido en el significado, esto sólo podrá lograrse "utilizando" ciertos patrones conductuales y el gran motivo es que, al ser seres sociales, necesitamos que nos entiendan.
Tomando como premisa los dos conceptos anteriores (Reacción frente al fenómeno y Señorío del lenguaje) llegamos a la conclusión de que la verdad, o mejor dicho, el orden en el cual se establecen las "reglas de la verdad" nos limitan como individuos pensantes y nos obligan a reaccionar de maneras "apropiadas" al mundo al cual pertenecemos, es decir, no podemos alejarnos al borde de la cultura..
Ahora bien, ¿Que sucedería si llegáramos a un punto tal de decondición en donde tuviéramos la certeza absoluta de que todo lo erróneo del lenguaje sea mas que nada una limitante para encontrar la verdad? Siendo esto así ¿Como entonces transmito la idea primaria de mi esencia?
En palabras simples, ¿Cual es la forma más fácil de trasmitir una idea? Históricamente la metáfora es la herramienta por excelencia y ha sido demostrado por diversos personajes de la historia de la humanidad que, desde parábolas hasta aforismos, nos han tratado de entregar su punto de vista acerca del mundo y la esencia del ser.
Curiosamente la poesía, como todas las artes, es una especie de paradigma de la entrega de la interpretación de la realidad del ser. Heidegger nuevamente no se equivoca al decir que "lo característico de los poetas es no ver la realidad. En vez de actuar, sueñan. Lo que ellos hacen son sólo imaginaciones. Las imaginaciones son cosas que simplemente se hacen. Al acto de hacer se le llama en griego PoÛhsiw. ¿El habitar del hombre sería entonces poesía y sería poético? Pero esto sólo puede admitirlo el que está al margen de lo real y no quiere ver en qué estado se encuentra hoy, histórica y socialmente, la vida del hombre; lo que los sociólogos llaman el colectivo."
¿Y es acaso así como a veces nos sentimos? La sensación de quedar al margen de la sociedad hace que individualmente se tenga una propia visión del mundo, y que al ser entes sociales se tiene la necesidad de que se nos comprenda. Al salir de la caverna platoniana ya no basta con sólo vivir, sino que además de aquellos nos encontramos en un eterno cuestionamiento. Y este lenguaje, el poético, permite que seamos nosotros mismos y entreguemos nuestra versión de los hechos, pues al quebrar el lenguaje como modelo, somos los propios creadores de nuestro mundo, de nuestra realidad. Podemos disfrazarla a nuestro antojo y de esa manera convertir nuestros más encomiables deseos en una realidad.
El arte como expresión del alma requiere algún grado de sensibilidad y mucha valentía, pero no por eso se puede ser dueño de la verdad y creer ciegamente en el talento como premisa para expresarla. Si esto es así, la poesía sólo cumple un papel similar a una pobre imagen expuesta para que se observe y se guarde.
No.
La poesía, como todo arte debe tergiversar el lenguaje y llevarlo a un extremo lejos de la cultura pero siendo una en ella misma. No debe escapar de la realidad, más bien debe ser la ventana al mundo que realmente se quiere vivir. Y este hilo fino que hay entre fantasía y realidad es mas bien una careta poética pues en todo acto de creación hay un mensaje que se quiere transmitir, y es la metáfora la compañera fiel y amiga de la poesía. Es ahí donde la poesía es herramienta capaz de ayudar a fomentar el encuentro del ser consigo mismo y frente a los demás. La poesía debe ser capaz de ser la herramienta que nos ayude a buscar el origen del “Ser”, del ego proprius.
La poesía debe ser capaz de romper las cadenas del lenguaje. De esta forma el ser pone al lenguaje a su servicio. Pero en el ser se debe ser capaz de observar, entender y por supuesto juzgar y aprender. La poesía no debe ceñirse en base a reglas absurdas transmitidas por siglos y siglos, pues el canto interior del ser no debe ser enjaulado, se debe dejar libre. Esto no es contraproducente con la idea de estudiar las múltiples formas de escritura literaria existentes, siempre y cuando se sea capaz de no encasillar la esencia del ser y coartarle para entregar un "producto talentoso" por sobre una parte de la verdad.
Pero ¿Como nos hacemos poetas? ¿Como se escribe poesía? La única manera de saber eso es respondiendo a la pregunta ¿Quien soy yo? ¿Que me hace feliz? Escribiendo ese asunto trascendental y muy detallado como una carta fundamental, se encontrará la base de vuestra futura poesía.
En resumidas cuentas ¿Cuánto vale el lenguaje?
Nada…
Y todo a la vez.
Y aquí estoy haciendo uso del lenguaje, con mi sincero deseo de ser comprendida... y sin exiguir serlo. El lenguaje es la manifestacion misma de estar viva... mi todo. Por que no existe otra forma para mi de demostrar lo que soy, lo que pienso, lo que me forma si no es através de las diversas formas de lenguaje. Y la poesia, que decir de la poesia como herramienta de lenguaje... es el ornamento perfecto del mismo.
ResponderBorrar"La poesia es impresindible, pero me gustaria saber para qué".. No recuerdo el autor de eso.. Pero la irealidad de la poesia la hace tan diversa como la naturaleza real del mundo que vivimos.. Tal vez se aleja a veces del universo.. Porque es una de las artes mas dificiles de decifrar...
ResponderBorrarGreat work.
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