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Mostrando las entradas de septiembre, 2006

Monólogo (Hernán Nuñez)

"Antiguamente, eran duelos las cuecas Sobre todo en los bajos fondos Para cantar con esa galla' Había que ser buen cantor y guapo Por que se formaban rueda de cantores El que se pifiaba, lo echaban pa' fuera O lo hacían servir, Peor si se repetía un verso Ya con el choncho prendío' Los que se creían mejores o eran Empezaban a sacar lo más difícil Que tenían en la mente Luego en verso se sacaban hasta la familia Más cuando había sangre en el ojo Por eso los duelos de cuecas Terminaban en verdaderos duelos a puñalada Por la Cueca murió mucha gente Algunos peleando de frente A otros se los echaron a la mala -No voy a poner ejemplo Por que en la fila no se habla- Y así, se le persiguió Y más que todo en los barrios humildes Es por eso que la Cueca se refugio: En las casas de niñas, en los arrabales, En los bajos fondos, cárceles y presidios. Ahí no la podían llevar presa. La Cueca prácticamente era prohibida Aun que esa ley no tenia número Y aun que el roto se lo llevaban

La Matrix de todo

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Extracto de una respuesta hecho por quien escribe, hacia un comentario sobre la religión cristiana en un foro interneciano: "mmm... Es cierto que se pueden encontrar muchas fallas lógicas a la teoría cristiana con lo cuál estoy de acuerdo contigo. No hace falta expresar tanta verborrea dialéctica para decir algo que en esta última época es un secreto a voces. Desde mi punto de vista creo que el misterio de jesús no está en la muerte, sino en la resurección. Recordemos que jesús, como los antiguos profetas luchó tenazmente contra el abuso de ricos y poderosos. Es admirable la reivindicación que hace a la mujer y hay varios escritos apócrifos que hablan de los apostolados femeninos. En fin, no seamos como aquellos judios que iban a ver a jesús sólo como un hacedor de milagros, y veamoslo mas bien como un luchador por los derechos de los mas débiles, por su mensaje de esperanza e igualdad, el mensaje que indica que esta vida es de paso y que no hay que aferrarse a ella. La muerte del