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Mostrando las entradas de marzo, 2013

JAI QQ

Es un Silencio  Golpean la noche y tus falacias duelen. ----- Dedicaremos el viento tal vez, a tus pálidas muecas. ----- Oigo las voces en los árboles, sin memoria aparente. ----- La ciudad calla en el otoño, detrás de las paredes. ----- Gemías rocas, llorabas sola en una noche vieja. ---- Entumecías el arco iris, por donde salió el sol. ----- He mancillado el marrón de la hojas muertas por ti. ----- ¿Donde estabas cuando las moscas  bebieron de tu rostro? ----- Salvarse solo a duras penas en esta primavera ----- Las hojas suben no quieren caer en esta puta ciudad. -----

:: Momentito ::

Imagen
Huyen en el viento las hojas secas,   estupefactas en la sala de un hospital   cansado,   ingobernable,   inalterable.   En esta sala de espera,   el eco de la nada   y un olor seco,   (indiferente),   se apoderan de la memoria,   que poco a poco se va ocultando   en la oscuridad de las tinieblas   pálidas.   Las imágenes poco a poco   se van marchitando.   Caigo sin remedio,   en la cuenta del doloroso proceso   de la emancipación irresoluta,   de la potestad de la controversia,   de la maravillosa renuncia.   Cansados ya mis huesos   no dan a vastos con este cuerpo vacío,   con este polen amargo que se mastica en silencio,   anegando las vías transitorias, que tenían por destino   el adulterio de las vueltas sin retorno,   (sin importancia señera),   desterrando al sentido de las ilusiones fantasmales,   tiernas e irrepetibles.   Abrimos la puerta a diario,   tratando de coaccionar los malos momentos,  

::Canción de hielo y fuego ::

¿¿¿ Cómo es posible que una poeta sea un pequeño dios, si yo quiero ver al mundo arder ??? !!! Oh, mi pequeña niña, lees sin entender una palabra. Descuidaste un espacio malogrado, siniestro a tus ojos salinos; una seguidilla de fotogramas, ( que se borraron), de tus días almidonados de falacias. Ve y levántate, siéntete fresca, como una pluma vieja. Sabes que no puedes volar, te sobrepasas a cada rato, en cada lugar. Lástimas, congojas fúnebres, la mañana duele, es el vino que se tiñe de jolgorios inexpugnables. Era la calle, en una esquina, no, era una noche al mediodía, no hay evidencia, quizás era en ese lugar, tan distante del océano, tan arriba, tan fugaz, en mis pensamiento, o en los tuyos. Yo te vi llorar, en un escalón viejo. Bajamos las escaleras, antes de subirlas, nos embriagamos  pocas veces. Eso fue, lo juro. Tu gemías desafinada entre mis manos; mientras tanto yo... mientras tanto yo... ¿Cómo es posible que te levante